Covid 19. ¿Y después qué?
En estos tiempos tan duros emocionalmente en la que nos encontramos confinados en nuestros hogares con nuestras familias, estamos viendo como nos van pasando los días, sin dar valor al tiempo y a lo que sucede más allá de las informaciones que percibimos del martilleo constante de los telediarios.
Asistimos boquiabiertos a una situación insólita pero desgraciadamente veraz que por desgracia nos cuesta asimilarlo cada día menos.
Lo que ahora mismo nos produce mayor incertidumbre es la situación de futuro que se nos aproxima después de esta batalla común de COVID-19. Un futuro de incertidumbre social y económica.
El daño social y moral queda patente con todos los contagiados y las miles de muertes que ha provocado esta pandemia y que cada día nos asolan, dentro de nuestro confinamiento, y a la que sólo podemos expresar nuestros ánimos cada día a las 20.00h apoyando a todas las personas que se esfuerzan cada día para luchar contra esta enfermedad. Las pérdidas personales no son en vano y seguimos luchando por ellas.
No podemos desistir de esa lucha social, porque cuando el COVID-19 esté acorralado, controlado y lo podamos confinar, deberemos seguir con la lucha económica. Deberemos situar de nuevo nuestras bases y comenzar desde cero: Pymes, autónomos y empresas. Al igual que hicimos hace casi ya una década, en la última crisis y que marcó a nuestra sociedad como algo inédito.
Deberemos levantarnos y salir a luchar para recuperar una situación de economía creciente. Entre todos debemos luchar por que esa recuperación y “reset” sea en “V”, no nos vale una “U” ni un a “L”. Debemos poner todos nuestros esfuerzos en agarrar el tren que habíamos dejado semanas atrás y trabajar duro, como ya estamos acostumbrados a hacer.
Todos los sectores socio-económicos deben aportar lo mejor de cada uno sabiendo aprovechar las pocas herramientas que nos proporcionan desde las administraciones. Seguiremos aprovechando las oportunidades de negocio que en tiempos de crisis tan bien sabemos utilizar y comenzar desde cero con la misma ilusión de siempre.
El análisis global de esta nueva situación es difícil de prever en duración y sacrifico. ¿Cuantos dejarán de arrimar su hombro y cuantos desistirán en el nuevo intento?
Cabe recordar que la última crisis se alargo durante casi diez años y supimos lidiarla. Es cierto que en esta ocasión no será una crisis solo inmobiliario-financiera de unas solas por regiones. Será global y sin filtro. Los datos ya auguran crecimiento en la tasa de paro, menos crecimiento del PIB y un crecimiento de la emisión de deuda pública para hacer frente a las “pseudo” medidas económicas españolas.
Deberemos apoyar a las empresas con bonificaciones fiscales, reducción de impuestos y liquidez real para inversiones, todo ello, para que sea devuelto en forma de creación de empleos fijos. Y por supuesto devolver a los sectores que nos han ayudado a salir de esta crisis sanitaria como son el sector sanitario, el primario y a las Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Al sanitario devolviéndoles los recortes en los presupuestos desde 2008 para garantizar una sanidad pública de calidad, al primario acordando el pago mínimo de sus productos cubriendo los costes de producción para garantizar su servicio tan apreciado estos días, y a las Fuerzas y cuerpos de seguridad con la paridad salarial por realizar las mismas tareas y que estos días han garantizado la seguridad anteponiendo su salud individual por el bien de todos.
Solo con estas reflexiones podremos andar de nuevo hacia una economía estable que garantice servicios básicos, estratégicos y la creación de empleo, desde la solidaridad y trabajo diario. Esta estrategia pasa consolidando regulaciones a autónomos que garanticen que el brazo ejecutor de nuestro país pueda seguir levantando cada mañana nuestra economía.
