¿Debo pagar el alquiler?
Desde que el pasado 14 de Marzo el estado español declarase el actual Estado de Alarma, el sector inmobiliario empezó a vivir continuos momentos de incerteza y de cambios políticos constantes. Es bien conocido que la incerteza política y las políticas populistas no son buenas compañeras de las inversiones. Desde el 14 Marzo han sido muchos los globos sonda y especulaciones para determinar como tratar los alquileres de viviendas. La alarma social ante los arrendatarios de no poder pagar sus rentas y las medidas tomadas, que han tardado mucho en llegar y además de una forma poco eficiente y que hace que el sustentor de esos impagos sean los propietarios, provoca que estos últimos también sean perjudicados por esta crisis sanitaria.
La poca capacidad de emitir deuda por parte de Estado y la poca inversión en políticas sociales hacen que llegado este momento, el estado no pueda inyectar ayudas económicas para paliar esta catástrofe en millones de hogares españoles.
Ahora llegamos donde queremos centrarnos: el sector retail, oficinas e industrial. Este sector inmobiliario está representado en su gran mayoría por Pymes que no han tenido más herramientas para poder subsistir que acudir a un Erte, mermando su capacidad productiva o u préstamo ICO que carece de todo sentido si nos remitimos a la reciente crisis financiera y que tanto daño hizo a nuestro tejido productivo.
La empresa privada ha agudizado, una vez más, el ingenio y se han comenzado a poner sobre la mesa de propietarios alternativas a los alquileres. Hasta el momento, los contratos de alquiler de oficinas, retail e industrial fija que se han rescindido en un 0,98% de los contratos y se han condonado las rentas en un 4,65% en oficinas pero hasta un 88.89% en hoteles y un 35,44% en retail. También cabe destacar que el 11,23% de las cuotas se han bonificado, pero serán rescatadas de forma prorrateada a partir de final de año o a partir de Enero de 2021.
Sin embargo, la tónica viene de la mano de la logística cuyos contratos salen reformados. Se han firmado un 5% más después del estado de Alarma. Este sector ha incrementado un 12,5% su actividad ecommerce de la logística en plena crisis sanitaria. El crecimiento de las ventas online ha provocado una tensión en la necesidad de nuevos espacios logísticos y los usuarios han manifestado esta alta demanda en los últimos 15 días.
La duda vendrá después cuando las Pymes vuelvan al mercado y decidan abrir sus negocios. La experiencia, desgraciadamente, nos ha demostrado que en España cuesta menos cerrar la persiana que volver a abrirla.
En Europa nos plantean a la desesperada movilizar un fondo de 1.5 billones que en horas se incrementa a 2 Billones, es decir el doble que el PIB anual de España. Poner a trabajar la máquina del dinero cuando el presupuesto anual de la EU es de 1.6 billones de euros provoca que nos situemos por encima de nuestras posibilidades de nuevo. Aunque todo este cuento de fábula fuera cierto, los países del Norte como Holanda y Alemania que afrontan el COVID con sus cuentas saneadas, no estarian dispuestos a pagar la fiesta de despilfarro española o francesa. Como siempre movilizarán con aportaciones en los próximos años para que sean las empresas privadas las que movilicen esos 2 billones. Discursos fantásticos de la época de Yanis Varoufakis que acabaron sucumbiendo a lo que Bruselas interpreta como ajustar tus gastos a tus ingresos y como la izquierda radical griega llamaba peyorativamente austericidio.
Todo indica que será un rescate y no el llamado Plan Marshall. Nada tiene que ver una cosa con la otra. En aquella época EEUU aportaba dinero para hacer crecer el tejido productivo y actualmente no existe tejido productivo, por lo que el dinero debe salir de la emisión de deuda de un país sin capacidad de endeudamiento y con un déficit previsible entorno al 15%. Veremos si Europa nos impone sus controles y a qué precio se emite esa deuda ya que en estos días la prima de riesgo se ha disparado. Cualquier ayuda de EU de este tipo ya sabemos que implicará recortes en gastos y en recortar el poder adquisitivo de funcionarios y pensionistas. Ya conocemos las medidas de la última crisis y sus consecuencias.
Seguramente el gran beneficiado en el sector será el industrial y logístico y el sector más perjudicado será el hotelero, motor de la economía española y que verá como sus beneficios se esfuman por el COVID-19. El turismo representa el 14,5% del PIB español y con millones de trabajadores. Es nuestro tejido con mayor retorno en estos momentos y no podrán realizar su actividad al 100%, por tanto, nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a impulsar la rueda desde ese sector cuanto antes.
