Desescalada industrial en los precios
Es sencillo pensar cuando nos hablan de crisis en mercados financieros o de valores, pero lo cierto es que hay mercados de proximidad que afectan de forma más directa a nuestra economía y nuestro tejido productivo y empresarial. Este mercado es el inmobiliario, industrial y logístico.
El mercado inmobiliario industrial, al igual que ya ocurrió en la crisis de 2008, fue y será el primer motor económico en percibir la bajada de precios y rentas. Otro de los puntos que se suavizarán serán las clausulas de contrato que serán mucho más blandos para conservar o retener al arrendatario.
Barcelona, y a petición de la Generalitat, permanece a día de hoy todavía en FASE O de la desescalada por COVID-19. Pese a ello, a las consultorías de REAL ESTATE se nos permite realizar visitas concertadas.
El resultado de estas visitas en estos primeros dias, nos sirve como un claro indicador de cambio de tendencia en el mercado. Las contrataciones firmadas se han realizado con negociaciones en dos puntos básicos: el primero en la disminución de las rentas fijando los precios entre un 15 y un 20% menor y en segundo lugar mantener las condiciones generales del contrato a desviaciones a largo plazo, situando el tiempo medio en 10 años. Asimismo, se recuperan las rentas escalonadas.
Debemos remarcar como aspecto positivo, que la tipología de cliente es de nueva creación, de ampliación y de recuperación de negocios. Nos resta un 2% de oportunistas en busca de gangas que el mercado no permite.
La conclusión es que a pesar de la crisis provocada por el COVID-19 la demanda del mercado inmobiliario industrial existe y existe con fuerza.
Ahora será el momento donde los propietarios deberían de situar las piezas del ajedrez y marcar estrategias en los contratos como ya hicieron en la crisis de 2008.
También conocemos que la oferta actual prácticamente no ha crecido en la última década y el mercado e-commerce lo acapara en su aplitud, lo que predice un equilibrio entre la oferta y la demanda con la regulación de precios para que el parque inmobiliario no quede vacio y sin rentabilidad.